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Derribar barreas propias y ajenas: se recibió la primera estudiante sorda

María Alegría Medina es sorda de nacimiento y rindió el último final de técnica universitaria en Óptica y Contactología. A partir de ella varios jóvenes con dicha condición empezaron a estudiar. La Universidad la acompañó con una intérprete en lengua de señas y el trabajo personalizado de muchos docentes.

María Alegría Medina festejó la semana pasada el último final de la Tecnicatura Universitaria en Óptica y Contactología. Vinieron familiares de Rawson; y se sumaron a los padres y hermanos, amigos, compañeros y profesores, que la esperaron en las escalinatas del Complejo de Alem para la tradicional foto. Es que no es un logro más: es la primera egresada sorda de esta casa y un ejemplo para todos. A partir de su caso otros estudiantes sordos han comenzado carreas y la Subsecretaría de Inclusión pone a su disposición una intérprete en Lengua de Señas Argentina.

“Empecé a estudiar en 2020 con mucho nerviosismo, no sabía si iba a poder, todo era nuevo: mucha gente, algunos profesores de la secundaria me habían dicho que era difícil por mi condición, pero me encantó la carrera”, contó la joven que afirma que “su carrera fue un desafío para todos, pero no tengo más que agradecimiento para los que me ayudaron. Por eso esto es una gran fiesta”.

“Cuando ingresé, el profesor me saludó en lengua de señas, yo no lo podía creer. Él me dijo: yo te enseño de lentes y vos de lengua de señas”, contó en una entrevista a través de su intérprete y amiga, Daiana Visconti (en la foto, junto a María Alegría)

Al estudiar en la UNS, Alegría derribó barreras propias y ajenas: “No digo que fue fácil, ni para mí ni para docentes y compañeros, pero de a poco fueron aprendiendo a comunicarse conmigo. Docentes que me explicaban con dibujos, que se adaptaban”, indicó sobre el proceso.

Por su perfeccionismo trabaja en una óptica y colabora solidariamente en el proyecto de extensión “Ayudemos a Ver Mejor” del Departamento de Física, que concientiza sobre el cuidado de la visión y adapta lentes para personas sin obra social. Luego del último final, donde fue acompañada de muchos familiares y amigos, indicó “la comunidad sorda de Bahía está muy contenta, fue un gran desafío personal y de todos. Agradezco a mi intérprete, que estudió a la par mía”, sostuvo.

Contó que nació en Rawson y su familia se mudó a Bahía Blanca por la atención médica y la educación. Hizo sus estudios en la Escuela Nº 513 y articuló con una secundaria. “Ahora es todo felicidad, pero tuve altibajos, momentos en que pensé que no podía”, admitió.

Alegría hace equitación y fue propuesta para ser ayudante en una materia que es un taller. “Estoy orgullosa de esta propuesta”. Daiana agrega que muchas personas sordas que la vieron a ella empezaron a interesarse en estudiar: “fue el puntapié para otros”, contó.

El impacto en la universidad

El decano del Departamento de Física, Marcelo Costabel, indicó que el caso de Alegría implicó cambios en el ámbito académico: “Desde el primer día que llegó, junto a su madre y a Daiana, sentí una profunda admiración por ella. Quien tenga la suerte de conocerla va a encontrar una chica decidida, emprendedora, con una tremenda fuerza de voluntad y una mirada totalmente optimista de las cosas que enfrenta; pero, sobre todo, Alegría hace honor a su nombre, ya que una gran sonrisa ilumina su cara. Ella ha participado de diferentes proyectos de extensión que buscan resolver dificultades de visión en sectores vulnerables de la sociedad y, por otro lado, ha elaborado una plantilla de evaluación visual especialmente diseñada para personas sordomudas”.

“Para el Departamento ha sido un hermoso desafío acompañarla, quisiera destacar el trabajo y sobre todo la empatía y la dedicación de todos los docentes que estuvieron junto a ella. No fue sencillo pero todos estuvieron atentos a enseñarle, evaluarla, acompañarla, con la seriedad y la responsabilidad que conlleva ser parte del otorgamiento de un título universitario. Quiero también destacar la actitud de sus compañeros y no puedo dejar de mencionar a Daiana, quien ha sido pilar fundamental para este logro”.

“Alegría continuará la Licenciatura y, a partir del próximo mes propondremos que sea parte de nuestro plantel docente como auxiliar de cátedra”, indicó.

Uno de los profesores, Alejandro Azcárate, contó que se comunicaban con Alegría a través de una app que convierte las palabras en señas. “Fue una experiencia académica muy gratificante, porque nos pudimos adaptar a lo que ella precisaba. No sabíamos nada de ese tema pero le pusimos voluntad. Ella logró una independencia muy importante en las máquinas y trabajos prácticos. Su desempeño en el aula fue excelente”.

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